Teatro Municipal. Segundo piso, vista parcial. Estamos felices: es nuestra primera vez en la ópera.
La función comienza. “Recondita armonia di bellezze diverse…”
En la fila, alguien se para y graba. Su historia de Instagram se repite en loop, a todo volumen.
La vista parcial se volvió una historia completa. Alguien se gira y dice:
—Apaga eso. Estamos tratando de sentir.
—¡Te ofrezco combos! —responde otro.
El hombre no podía apagar su celular.
Solo la historia siguió sonando.
Repetida. Amplificada. Interminable. “
Recondita armonia di bellezze diverse…” “Recondita armonia di bellezze diverse…” “Recondita armonia di bellezze diverse…”
El refugio de Merlín 
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